sábado, 19 de febrero de 2011
Lo bueno y lo malo del cambio
Todos sabemos que en esta vida nada es para siempre. Un cambio de trabajo, un nuevo amor, mudarse de residencia, la muerte de un ser querido, el nacimiento de algún familiar....¡¡¡Vamos!!!! La vida está llena de cambios y es parte de la naturaleza humana adaptarse a nuevas situaciones y circunstancias.
Algunas volteretas las promovemos nosotros mismos, se hacen con plena consciencia y buscando algo positivo en nuestras vidas....otras nos llegan de sopetón, pueden ser buenas y malas, nos sorprenden de tal forma que NO permiten madurar la idea y nos obligan a un ajuste más rápido.
Comento todo esto porque recientemente he decidido tomar un nuevo rumbo en mi vida, el cual me afecta a mí y afecta a personas con las que he convivido durante mucho tiempo (familia, amigos, compañeros de trabajo, etc.).
Evidentemente, por tratarse de algo planeado, se hace con la intención de mejorar, y en este caso particular para aprovechar una oportunidad profesional, laboral y de bienestar para mi familia. Sin embargo, aun cuando se trata de algo planeado, no todo es positivo y hay cosas que voy a lamentar.
Lamento dejar de vivir en un lugar tranquilo, donde disfruté de los fines de semana con mis hijos y mi esposa, respirando un aire más limpio y conociendo el frio de Metepec pero el calor de su gente. Lamento dejar atrás los tiempos cortos de traslado hacia el trabajo, el poco tráfico, comprar el pan de dulce que tanto me gusta la panadería de Doña Chucha (15 piezas por 20 pesos - ¡uou!). Lamento también dejar un trabajo que me recordó el valor que tiene la gente...no solo para incrementar ingresos en los corporativos, sino para alimentar el alma en las personas. Lamento dejar un equipo de trabajo consolidado, responsable, unido....y sobre todo...HUMANO.
Pero lo que más lamento es que ya no voy a tener la oportunidad de convivir todos los días con mis nuevos amigos, con personas que aprendí a respetar, admirar y a querer, esas personas que forman historias escritas en una página importante de mi libro de vida.
¡Gracias! Es lo que me resta decirles por lo que me enseñaron…y recuerden que este no es un ADIOS.....es un HASTA LUEGO, ya que lo único constante es....
.....¡EL CAMBIO!
PD: Si alguien les dice que lo que más voy a extrañar son los GUAJOLOCOMBOS, no le hagan caso, retírense y cuéntenselo a quién más confianza le tengan. Saludos a los amantes de las TORTAS DE TAMAL.
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