Un niño...¡Muy especial!

Acaba de pasar el 30 de abril y como todos ustedes saben en México se celebra un día muy especial, el día del niño. Esta es la razón por la que este artículo se lo dedico a un niño maravilloso, lleno de vida y de amor, un niño al que este día hay que celebrar doblemente, porque además es su cumpleaños. Ese niño es "Ricardo".

Ricardo es muy responsable, respeta a sus padres, cumple con todos sus deberes, cuida los centavos y es muy ahorrador, aprendió a trabajar desde los 12 años en una fábrica de ropa cercana, ganando así sus primeros centavos, que religiosamente aportaba para los gastos de la casa, sin embargo se permite algunos lujos, le gusta llevar la cuenta de lo que tiene y de lo que debe, puesto que es de la idea de que con poder adquisitivo puede lograr mejores condiciones de compra y le preocupa mucho la seguridad que te puede brindar una posición económica estable. Esto tal vez se deba a que proviene de una familia ambiciosa pero humilde, en donde aunque no falta lo indispensable tampoco se goza de grandes lujos. Si quiere invitar a algún amiguito tiene que pedir permiso antes y planearlo con algo de antelación, aunque a veces ni eso es suficiente para que se lo permitan. Además, no puede ser egoísta y pensar solo en él, son 4 hermanos (Carlos, Ricardo, Víctor y Rosario) y todos tienen los mismos derechos. Aunque no era el mayor, desde pequeño le toca jugar este papel debido a  las grandes cualidades que posee como ser humano.

Pero... ¿qué digo? Ricardo ya no es un niño, es un joven fuerte y apuesto, al que le gusta el deporte. Se destaca en el mismo inicialmente en natación entrenando hasta 4 horas diarias, prepárandose para los centroamericanos, posteriormente juega futbol amateur durante varios años, y finalmente se adentra en el tenis, deporte que practica hasta la fecha. Es socio fundador en el Club Cuicacali, en el  Toluca, fundando posteriormente  la asociación de Tenis del Estado de México, participa en numerosos torneos interclub Clase A quedando como ganador del torneo del Distrito Federal. Pero no todo es el deporte o los estudios que también lo apasionan. Está interesado en la mujer más hermosa de la universidad y está consciente que para conquistarla debe ser, antes que nada exigente consigo mismo. Una persona de excelencia.

Pero.... ¿qué estoy diciendo? Si Ricardo no es un joven, es un señor que ha sabido conformar primero un matrimonio maravilloso y luego una familia extraordinaria, que ha sacado adelante a cada uno de sus hijos, predicando con el ejemplo. Que ha transmitido a sus hijos los valores de la honestidad, responsabilidad, generosidad, integridad, imparcialidad, igualdad y justicia. Destacándose entre sus conocidos como un amigo inigualable y entre sus compañeros de trabajo como alguien incorruptible. Que estudió la carrera de Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México, y facultado por sus méritos ha logrado certificarse como Licenciado en Relaciones Exteriores, destacando el lugar de nuestro país ante otros gobiernos, retirándose finalmente como Embajador.

Pero.... ¿a quién quiero engañar? Ricardo ya no es un niño ni un joven, aunque así lo quiera ver yo todavía. Tal vez por la transparencia que tiene en el alma o por la fuerza que representa. Ricardo es la persona que más respeto me merece y de quién más orgulloso me siento. Ricardo, el día de hoy quiero decirte ¡Gracias! por todas tus enseñanzas, tu apoyo, tu amor. ¡Te quiero mucho!

¡Felicidades papá!

Agradezco la colaboración de mi hermano Ricardo en la elaboración de esta publicación.

Saludos a todas las persona que tienen el alma de un niño. Felicidades en su día.